Durante mucho tiempo Javier trabajó con la figura humana, “y de pronto empezaron a aparecer animales, caballos específicamente”, cuenta sobre sus esculturas. Es así como este artista le ha dado vida a enormes caballos, que a estas alturas ya son su sello, en materiales como madera, bronce, fierro, acero y esmalte.
Además, Javier tiene el Centro Cultural Dos Arte en Lo Barnechea, un gran espacio que funciona como su taller y donde también hace clases, vende sus obras y comparte con otros artistas.