El trabajo del artista Alejandro Quiroga es multidisciplinario se mueve entre lo gráfico y lo sonoro, lo pictórico y lo instalativo. A través de distintos medios y disciplinas, construye y desarrolla su relato a partir del capitalismo y el paisaje en un recorrido por el territorio. “Definiría mi trayectoria como un proceso que ha pasado entre el descarte, la sobrevivencia y la porfía extrema. Mezclado también con una alta dosis de determinación, suerte y adaptación”, dice.
El 2020 lanzó La boca llena de silencio, libro que recopila su producción artística, mayoritariamente óleos realizados entre el 2016 y el 2019. Como dice la curadora Kimberlee Cole: “Alejandro Quiroga expande la noción de territorio desde un cuerpo geográfico hasta el más amplio concepto de campos de pensamiento. Su trabajo evoca lugares físicos, imaginario personal, terrenos metafóricos y ambientes sociales, todo al mismo tiempo”.