Hay algo con la tienda Merci en París que la hace irresistible. Quizás sea la sensación de pasear por su patio interior rodeado de maceteros que te transportan a un mundo de diseño, sabores, moda y arte. Quizás sea su café, un espacio encantador con las mejores ensaladas que he probado. Cada espacio en que se divide esta tienda, es un recorrido, mejor que un viaje, por los sabores, las texturas y colores más lindos. El sello de Merci es único, y su selección, un hallazgo demasiado tentador para dejarlo pasar. Según yo, parada obligada para quien vive o está de paso por la ciudad de la luz.