El diseño hecho en Chile comienza y termina en una firma contenida en un apellido que lo dice todo: Valdés. Porque sus muebles son la evidencia concreta de que arte y diseño; innovación y tradición, pero sobre todo, buen hacer son el epítome de la sofisticación. Y Muebles Valdés es mucho más que su emblemática silla. Su propuesta de muebles, siempre al día, es tan adictiva como atemporal, además de un legado que deberíamos aplaudir de pie.