A pesar de que murió a los 41 años, el artista peruano Alberto Borea alcanzó un gran reconocimiento mundial. Sus exhibiciones son individuales y grupales en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Su trabajo tomaba elementos de la sociedad de consumo y de la vida cotidiana. Por ejemplo, VHS usados, escudos y cascos de policías y pedazos de micros, que resignificaba con maestría.
“Me interesa la relación entre distintas culturas e historias, entre el llamado centro y la periferia. Los conceptos relacionados con la ruina y la promesa de la modernidad son algunos de los intereses conceptuales en mi práctica”, explicó hace algunos años sobre su trabajo.