En una entrevista, Francisca contaba que muchas veces sus obras son catalogadas como objetos extraños, pero para ella son pinturas. “Hay gente a la cual le cuesta expandir los límites dentro de la pintura. Y en ese sentido creo que mi trabajo cumple un rol porque a través de los sentidos provoca preguntas”. Sus obras son trabajos minuciosos, que combinan retazos de diferentes materiales que va transformando para crear nuevos objetos e instalaciones. “Veo mi trabajo como una búsqueda. Siempre he trabajado desde la pintura. Partí rasgando mis propias telas para luego reunirlas en fragmentos y actos participativos, lo que se juntó posteriormente con la poesía”, dice.