Artista de la Universidad Católica, Juana estuvo desligada de la creación artística durante más de 10 años, pero su regreso en 2016 ha dado qué hablar en Chile y en el mundo. A través del bordado, en su obra logra entrever el lenguaje común que conecta desde las nervaduras de una hoja hasta el sistema nervioso central de los seres humanos. “Descifrar ese lenguaje común, que conecta lo micro con lo macro, y el mundo externo con el interno, permite distinguir un patrón que ejerce influencia en lo inerte, biológico, social y cultural. Nos afecta de forma continua, apenas consciente, y rige aspectos tan cotidianos como nuestros desplazamientos por la ciudad, y otros tan personales como la simbología de nuestros sueños”.