El trabajo de Solange es realmente único: sus exploraciones en papel dan origen a obras livianas, con movimiento, que juegan con las transparencias y la luz. La larga tradición del arte japonés con este material han sido su fuente de inspiración y estudio, igual que la arquitectura contemporánea y sus formas.
“Finalmente no tengo ninguna certeza respecto de mi trabajo y me siento en una constante búsqueda, lo que me lleva por un camino donde mi mente hace lo que mis ojos piensan y lo que mis manos ven. Así, las dos dimensiones se transforman en tres”, cuenta.