Camilo Moraga fundó Habitu, su empresa de arquitectura interior, hace poco más de siete años, pero hace dos años vio que había una carencia en terminaciones interiores y decidió enfocarse en eso. En ese tiempo, la instalación de molduras decorativas o boiserie, se ha transformado en su especialidad. “Hace que los espacios se vean bonitos con tan poco”, explica Camilo, quien además explica que esta tendencia, que si bien ha crecido en los últimos años, es un clásico que no pasa de moda.
En Habitu trabajan con molduras de madera maciza, de MDF, enchapadas en placas metálicas, lacadas o pintadas con esmalte al agua, que es la opción más tradicional.