Esta marca chilena, que nació el 2008, es un ícono de la belleza responsable. Desde la mitad del bosque valdiviano, han logrado crear una marca de cosmética renovada, limpia y efectiva, que trabaja con concentrados de activos botánicos para mejorar la salud de la piel. “Buscamos conectar a las personas con sus cuerpos y emociones a través de la naturaleza y la belleza responsable”, dicen.
Entre sus productos tienen lociones para el cuerpo, exfoliantes, aceites, mantecas, sales minerales y jabones, además de una línea de cuidado personal que incluye desodorantes, un higienizante de manos y distintas pomadas con propiedades descongestionantes, descontracturantes, relajantes y repelentes. Todos sus productos vienen en envases de vidrio, para que el impacto en la naturaleza sea el mínimo.