“Nunca imaginé que el papel –compañero silencioso de mis años como librera– se convertiría en mi forma de expresión”, dice Clara Molina, fundadora de la icónica librería Milaires y ahora también creadora de las más lindas lámparas de papel.
Hace casi dos años, Clara emprendió una búsqueda consciente por aprender a usar sus manos. Fue así como volvió al papel, pero desde un lugar muy distinto. Con Lightlamp, Clara hace verdaderas obras de arte, más cerca de una escultura que de un objeto utilitario. Entre los pliegues que hace completamente a mano, de manera artesanal, aparece la luz.
“No dibujo, ni diseño, no trazo. Confío. Doblo, humedezco, presiono. Y en ese gesto aparece la curva, la luz que se esconde y se revela, el volumen que crece como una idea que por fin encuentra su lugar”. Pura poesía.






















