Por. Valentina de Aguirre
Las sillas son parte de nuestro cotidiano: las usamos en el comedor, en la oficina, ¡hasta en las salas de espera! Pero hay modelos que van mucho más allá y que logran combinar a la perfección la funcionalidad y comodidad máxima, con esa cualidad escultural que las convierte en obras de arte. Esas son las inolvidables.
Aquí, un recorrido por nuestras sillas favoritas creadas por maestros del diseño durante el siglo XX; esas que soñamos con tener en algún rincón de nuestras casas. Y tú, ¿con cuál te quedas?
Red and Blue
Diseñada por el arquitecto holandés Gerrit Rietveld en 1917, la silla Red and Blue se ha convertido en un ícono. Con una estructura a medio camino entre la escultura y el mueble, y con los colores de las obras de Piet Mondrian, esta silla fue concebida con una construcción simple, pensada para poder ser producida en masa. Sin duda, una pieza inolvidable.
Wassily
¿A qué te recuerda esta silla? Diseñada por Marcel Breuer en 1925, mientras era aprendiz en la Bauhaus, tuvo como inspiración el marco de una bicicleta y su diseño fue influenciado por las teorías constructivistas del movimiento De Stijl. El resultado fue una silla ergonómica y cómoda, pero altamente escultural.
Sillón H
Y en esta lista no podía faltar una silla de Cristián Valdés, el mismo que en 1977 creó de la silla A, esa que en realidad todos conocemos como silla Valdés. Esta, eso sí, es la Silla H, que debe su nombre a la figura de letra H que forman sus costillas al verla de frente. Con una estructura metálida, una funda de cuero natural y patas de maderas laminadas, es un producto chileno de exportación.
Hill House
Parece difícil de creer, pero esta silla fue creada hace más de 120 años, por el revolucionario arquitecto escocés Charles Rennie Mackintosh. Diseñada para un proyecto en particular, sus líneas simples y forma geométrica hacen alusión al diseño japonés. Una silla icónica.
Panton
Otro clásico en la historia del diseño de mobiliario, la silla Panton fue diseñada por Verner Panton en 1959 y su primera producción en serie fue recién en 1967, junto a Vitra. Fue la primera silla hecha completamente de plástico en una sola pieza, con un diseño en voladizo que la ha hecho ganadora de muchos premios de diseño internacionales.
Tulip
¿Habrá una silla más imitada que la Tulip? Diseñada en 1957 por el arquitecto finlandés Eero Saarinen para la firma Knoll, la silla, tal como lo insinúa su nombre, recuerda la forma de un tulipán, con un tallo como base que se ensancha al llegar al asiento. Un diseño futurista para su época, que remeció al mundo del diseño y que sigue más vigente que nunca.
Zig Zag
Otro diseño de Gerrit Rietveld, como la Red and Blue, que rápidamente se transformó en un ícono. Creada en 1934, la silla Zig Zag es uno de los primeros ejemplos de silla en voladizo hecha en madera sólida. Con ese cierto aire de inestabilidad, y con un look muy escultural, es realmente perfecta.
Wishbone
Este modelo creado en 1949 por el arquitecto danés Hans Wegner, es uno de los mejores ejemplos del diseño escandinavo. Al contrario de otras sillas icónicas, que nacieron pensadas para la producción en serie, cada una de las sillas Wishbone requiere más de 100 pasos para su fabricación, la mayoría hechos completamente a mano. Una oda a la artesanía.
Wiggle Side
Creada por Frank Gehry en 1972, como parte de la serie de muebles Easy Edges, la silla Wiggle Side logró darle una nueva dimensión estética a un material tan cotidiano como el cartón. Lo mejor de todo es que esta silla escultural no solo es muy cómoda, también es robusta y duradera.
Louis Ghost
Inspirada en la clásica silla Luis XV, la Louis Ghost es una reinterpretación de Philippe Starck que nos encanta no solo por su materialidad, sino por ese toque de humor que es capaz de darle una personalidad desenfadada a cualquier rincón.