
Por. Valentina de Aguirre, Imágenes, HTSI

Si hablamos de Sting probablemente todos empecemos a tararear rápidamente alguna de esas canciones que han sido parte de la banda sonora de los últimos 50 años. Desde los éxitos de The Police hasta los que ha creado como solista, el talento de Sting es innegable; los más de 100 millones de discos vendidos a lo largo de su historia son solo una de las pruebas (aunque sabemos que no son necesarias, ya es una leyenda).
Pero Sting es pura inspiración, más allá de la música… Su estilo de vida, su forma de ser, todo merece un reconocimiento. Verlo tocar en vivo es un espectáculo y su casa en la Toscana, que acaba de ser publicada por el Financial Times, es realmente un paraíso. Il Palagio, la villa del siglo XVI que compró junto a su esposa Trudie Styler en 1997, está en el corazón de la Toscana, en Figline Valdarno, y es más que una casa: es un centro creativo. Ahí ha compuesto y grabado varios álbumes, y además es donde están los viñedos biodinámicos que producen una gran variedad de premiados vinos, como el Sister Moon, que tiene en su etiqueta parte de la partitura original de la canción del mismo nombre.



En las 350 hectáreas también hay una capilla (que convirtieron en gimnasio y espacio de meditación), un cine al aire libre, un jardín de esculturas, una cancha de tenis y una piscina. Pero según la entrevista publicada en The Financial Times, el lugar habitual de esta pareja es bajo el roble de la terraza, con vistas a los viñedos y olivares (sí, en la finca también producen aceite de oliva), con la villa de piedra amarilla detrás.



Y aunque no están todo el año en esta casa espectacular –de hecho tienen varias otras propiedades en ciudades como Londres, Malibú y Nueva York– pasan casi todo agosto en su villa italiana. “Es diametralmente opuesto a nuestra vida en Gran Bretaña: el clima, la comida, el ambiente”, declaró Sting en la entrevista. “Nos encanta Inglaterra. Pero tener esta alternativa es perfecto”.
Pero lograr todo esto no fue simple: cuando compraron Il Palagio el lugar estaba en ruinas. De a poco restauraron la casa y también tuvieron que darle nueva vida al viñedo, cuando el consultor biodinámico Alan York les dijo que tenían plantadas uvas donde debería haber olivos y olivos donde deberían estar las uvas. “Alan nos inspiró. Me atraía la idea de encontrar un lugar que no fuera perfecto y mejorarlo. Y vaya si lo hemos mejorado”. Además de 10 vinos y aceite de oliva, en la finca se produce miel, y tiene una granja, una pizzería y un espacio gastronómico y musical abierto al público. ¿Un dato interesante? Il Palagio se puede arrendar para vivir al más puro estilo Sting.




El activismo también ha sido protagonista en la vida de Sting y Trudie Styler, quienes han usado su influencia para promover causas relacionadas con los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el bienestar infantil. En 1989 fundaron la Rainforest Foundation Fund, una organización destinada a proteger los derechos de los pueblos indígenas y conservar las selvas tropicales, especialmente en Brasil. Desde entonces, han organizado conciertos benéficos, como el «Rock for the Rainforest», que ha reunido a artistas como Elton John y Bruce Springsteen, y ha recaudado millones de dólares para financiar proyectos en más de 20 países.
Además, Trudie Styler ha sido una defensora activa de UNICEF, recibiendo en 2005 el premio Danny Kaye Humanitarian Award por su labor en favor de los niños más vulnerables del mund. Y Sting ha participado en eventos como Live Aid, Live 8 y conciertos de Amnistía Internacional, y ha utilizado su música para sensibilizar sobre temas como la pobreza, la guerra y la opresión.
Finalmente, su casa en la Toscana no es solo una postal y un lugar de escape, es una extensión de su filosofía: crear belleza, cuidar el planeta, y compartirlo con otros. Y si algo queda claro después de ver Il Palagio es que hay vidas que se viven como canciones: llenas de música, alma y propósito.
