Por. Valentina de Aguirre
El estilo de Valesca Damste es bien único: su casa es de esas que se ven vividas, con harto color, espontánea y un mix con mucha personalidad. Y eso es precisamente lo que nos encanta de su estudio de diseño interior, CCD Interiores, una empresa familiar que comparte junto a Jocelyn y Caroline Cable.
Le pedimos que compartiera con nosotros sus mejores datos, desde tres decoradoras que todos deberíamos seguir en Instagram, hasta su museo favorito en La Haya.
1. No postea mucho, pero cuando lo hace siempre estudio su foto a fondo. @violet_dent tiene una de las casas mas lindas de Londres, llena de ratán, platos antiguos y colores preciosos. También @matildagoad y @annaspiro son dos decoradoras que admiro por su uso relajado de colores y estampados, creando ambientes preciosos que no se ven “decorados” (que me carga).
2. Siempre he sido muy lectora, pero durante la pandemia descubrí los audiobooks (los pido por Audible), que escucho cuando paseo a los perros. El año pasado leí 87 libros y lo que va de este año llevo 62. Mis favoritos del último tiempo son Normal People de Sally Rooney, Hamnet de Maggie O’Farrell y The Great Godden de Meg Rosoff.
3. La tienda de John Derian en Nueva York es todo lo que debería ser una tienda: tiene cosas caras y cosas baratas, pero todo es increíble y escogido con pinzas. Más cerca de casa las tiendas de Cristian Donoso y de Puerto Blanco son tan inspiradoras. Y el local de Rubén Vergara en el Parque de los Reyes es como entrar a la cueva de Aladino, llena de sorpresas y puestas con mucha gracia.
4. Me encantan los géneros, en especial los estampados, tengo una obsesión. Cuando llega un cargamento nuevo a Tyssen soy la primera en ir, y también me puedo pasar horas mirando retazos de géneros en Ebay (en especial la tienda de Cushinumbers). Compramos varios para hacer cojines para proyectos y me quedé con un lino de Schumacher para tapizar unas banquetas en la playa que quedaron geniales.
5. Lejos el hotel más lindo en el que me he quedado es el Uxua en Trancoso, Brasil. Son puras casitas de pescadores que refaccionaron y están puestas alrededor del famoso cuadrado, una gran plaza de pasto verde mirando al mar con una pequeña iglesia blanca y pulcra al fondo. El hotel es el perfecto ejemplo de lujo sencillo. Espero que hayan podido sobrevivir la pandemia y estén funcionando aún.
6. En La Haya, donde vive mi papá, hay un pequeño museo llamado Mauritshuis. Tiene una colección de algunas de las mejores obras del siglo de oro: desde Rembrandt a Vermeer, incluyendo La Joven de la Perla de este último.