Por. Andrea Benkö
¿Cuál es la razón de la vida y, más aún, qué significado tiene que valga la pena vivirla? Es una pregunta que probablemente muchos nos hemos hecho. Y aunque la respuesta no es fácil, descubrimos un concepto oriental que nos cautivó: el Ikigai.
En la búsqueda de sentido a nuestra existencia, la filosofía japonesa conocida como Ikigai nos muestra el camino para alcanzar una vida plena, larga y feliz en un sentido mucho más profundo. Es hacernos encontrar nuestro propósito, preguntándonos ¿qué es lo que nos apasiona? y ¿cuál es nuestra misión? La respuesta a estas preguntas debería ser el motivo para levantarnos cada mañana y alcanzar la felicidad. Se trata de aquello que le da un sentido a la vida.
Todos tenemos un Ikigai que encontrar, un concepto que define la razón de vivir y que se alinea con las cuatro premisas básicas del ser humano: pasión, misión, vocación y profesión, que buscan la realización personal con aquello que nos activa, nos impulsa y nos motiva cada día y todos los días de nuestra existencia. En resumen, es encontrar nuestra razón de ser.
El término Ikigai surge de la investigación de dos españoles, Héctor García y Francesc Miralles, que entrevistaron a los habitantes de la isla japonesa Okinawa, que posee la mayor longevidad en el mundo con adultos de más de cien años de edad y con excelente estado de salud, para conocer sus hábitos y costumbres.
El resultado de esta investigación fue plasmado en el libro Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz, un éxito de ventas en todo el mundo que ha sido traducido a más de 65 idiomas, donde cuentan en profundidad sobre este concepto que se practica hace siglos y que, gracias a su clara definición, hoy podemos seguir con consejos prácticos y ejemplos inspiradores para aplicar en nuestra vida cotidiana.
Encontrar el Ikigai
Las reglas fundamentales para encontrar tu propio Ikigai son tan simples como sonríe y sé optimista; vive el momento y tómalo con calma; da las gracias por estar vivo; cuida tu cuerpo con ejercicio y come menos; haz amigos y cultiva su amistad, porque son los que te sostienen emocionalmente; conéctate con la naturaleza, porque carga las pilas del alma, y la premisa más llamativa es: mantente activo para que prepares tu próximo cumpleaños.
Para ser más gráficos, podemos pensar en un Diagrama de Venn o en una intersección de cuatro elementos o motivaciones que se superponen entre sí para encontrar el Ikigai. Estos son: lo que te gusta, lo que eres bueno haciendo, lo que el mundo necesita de ti y por lo que puedes recibir una recompensa. Ese debería ser tu propósito de vida.
Y las claves para una vida sana y longeva serán entonces: simplificar la vida, aprender a perdonar, centrarse en lo que importa, fortalecer las conexiones con personas que comparten tus intereses y valores, mantener un equilibrio físico y emocional, con ejercicio, meditación o cualquier actividad que te relaje y renueve. También hay que tener en cuenta la importancia de aprender algo nuevo o mejorar tus áreas de interés y habilidades para encontrar el significado de tu vida.
En este camino de la búsqueda del Ikigai es importante mantener la perseverancia y la paciencia, porque a medida que se avanza en este viaje será el momento para hacer una autoevaluación y una reflexión sobre tus propios intereses, tus fortalezas y lo que realmente te apasiona en la vida.
Recuerda que descubrir y aplicar tu Ikigai es un proceso único y personal y nunca olvides agradecer lo que te haya hecho feliz en el día y ¡celebrar la vida!
7 ideas para crear espacios Ikigai
- Cultiva un pequeño huerto en casa con hierbas para infusiones que logren conectarte con la naturaleza y darte paz.
- Tal como los japoneses utilizan pequeños platos para distribuir la comida, tener bowls es una buena forma de servir en pequeñas porciones y reducir a la mitad los alimentos.
- Incluye también el hábito del slow living, tan simple como darle importancia al baño para lograr un espacio de desconexión.
- Como socializar es primordial, diseña un pequeño espacio en tu casa, cálido y agradable, para convidar a tus amigos y lograr una buena conversación.
- Crea un espacio para desarrollar alguna pasión, como pintar, coleccionar objetos, leer o escribir.
- Para la salud física nada mejor que tener un mat donde meditar y hacer ejercicios de yoga, meditación o estiramiento.
- Que tu casa esté pensada en función del fluir para el descanso, desconexión y para reencontrarnos en el vivir el ahora, el presente.