
Por. Valentina de Aguirre, Imágenes. Gertrudis Shaw y Valentina Piriz

Cuando Paula Parot empezó a soñar con The Little Black Guide, no solo pensaba en reunir en una sola web los mejores datos de decoración, esos que siempre le piden, sino también quería crear un espacio que acompañara y guiara, con una mirada única. “Me imaginé una web que tuviera un sello diferente. Que tuviera algún personaje que uno lo viviera, que nos acompañara en este camino”, recuerda Paula. Con esa idea en mente, comenzó una búsqueda que la llevó hasta la ilustradora Gertrudis Shaw, cuyo estilo tenía algo irresistible: “una mano suelta, una curiosidad, una mirada”.
El primer contacto fue en enero de 2019. Paula le escribió a Gertrudis por Instagram y coordinaron una videollamada. “Yo tenía mi hermoso estudio en Pucón en esa época. Me dedicaba exclusivamente a ilustrar y había lanzado el proyecto Gertrudis Shaw poco más de un año antes. Conectamos desde el día uno, de forma fluida e inspiradora”, recuerda Gertrudis.
El primer encargo no fueron los personajes que hoy conocemos, sino una ciudad ilustrada: la ciudad de The Little Black Guide. Paula habló de sus viajes, de la estética de ciertas calles y hoteles, de la gente que las habitaba. Gertrudis escuchó, buscó fotos antiguas, pinturas clásicas y hasta música de las ciudades que Paula describía, para luego dibujar a mano alzada.



Y después de la ciudad, vinieron los personajes que debían habitarla. “Lo que yo tenía claro es que quería que fueran animalitos, que fueran personas en el fondo. Así salió la idea de los perros humanos”, explica Paula. Tras meses de pruebas, dibujos y combinaciones, llegaron a un puñado de personajes –que hoy no solo tienen cara, también tienen nombre– que se quedarían para siempre.




En medio de ese proceso, ocurrió un momento clave. “Estábamos por lanzar la página y un día llamé a la Gertrudis y le dije: se me ocurrió una idea loca, no sé si vamos a poder hacerla. Que la niñita del logo camine por nuestra página”. El resultado fue el GIF que hasta hoy recibe a los visitantes en el home.

Trabajar juntas ha sido, para las dos, un proceso creativo dinámico y enriquecedor. “Me gusta inventarles una vida pasada, entender quiénes son, qué música escuchan, a dónde viajan. Y Paula describe tan bien lo que quiere que el proceso fluye”, dice Gertrudis.
Con el tiempo, la creación de personajes se ha vuelto más rápida y natural, pero nunca apresurada. “En un mundo en que todo es para ayer, acá no. Las cosas tienen un tiempo necesario para imaginar, crear, corregir, repensar. Es un proceso maduro, sin prisa, pero sin pausa”, cuenta Gertrudis.
En estos cinco años, el universo ilustrado de The Little Black Guide se ha poblado de animales casi humanos que reflejan un mundo lleno de creatividad, curioso y profundamente personal. “Lo que más me gusta es que desde su origen tuvo claro que las ilustraciones serían parte esencial de la web. Es algo que complementa muy bien esta idea tan hermosa: una guía para mueblistas, artistas, decoradores y gente que ama lo que hace”, dice Gertrudis.


¿Y qué desean para el futuro?
Gertrudis lo resume así: “Que lo mejor esté por venir. Que siga creciendo y solidificando su estilo y mirada. Lo hecho ha sido maravilloso; que lo que venga sea maravilloso al cuadrado. Salud por The Little Black Guide”.
