Por. Valentina de Aguirre
La tendencia de los años 70 que reapareció tímidamente a mediados de 2021, hoy tiene nombre y se ve claramente en todos lados. Hablamos de bold. ¿La has escuchado? Tal vez el nombre no te suene, pero tiene un protagonista indiscutido: los muebles con curvas como reyes de la decoración.
Algunos atribuyen su popularidad a la pandemia, que hizo que estuviéramos más en la casa y que nos preocupáramos por crear espacios cálidos y acogedores, y ahí las curvas tienen todo el sentido: dan tranquilidad, suavizan los espacios, mejoran la circulación y son ideales para espacios pequeños, porque dan una sensación de ligereza. Inspirada en las formas orgánicas, irregulares e imperfectas de la naturaleza, es una tendencia que aporta dinamismo, con muebles casi esculturales, que abrazan.
Y ojo, que la tendencia bold, “que apuesta por eliminar las aristas del diseño y adoptar como ley la sinuosidad en muebles”, como la describen en la revista AD España, no solo se ve en decoración, también en arquitectura. Escaleras que se roban la película con curvas pronunciadas, que se dibujan aún más gracias a los juegos de luz y sombra, o arcos que enmarcan cualquier espacio, están cada vez más presentes, en todos los estilos posibles.
En general estas curvas van acompañadas de tonos suaves y cálidos, como el beige, el blanco, el nude o el arena, para potenciar esta sensación de tranquilidad y comodidad máxima. Además, pueden verse en elementos más estructurales de las construcciones o en piezas más pequeñas, como espejos, jarrones y lámparas.
Eso sí, una de las piezas que más se ha popularizado, en revistas de decoración y redes sociales, son los sillones y sofás con curvas. Desde los diseños creados por Pierre Paulin en los años 60 y 70 o por Jan Ekselius en la misma época, hasta piezas más masivas en el retail, es imposible quedar indiferente ante esta tendencia.
¿Te sumas a las curvas?