Por. Valentina de Aguirre
Se acerca la Navidad y el ritmo en la ciudad parece no parar. Todos corren buscando regalos, comprando los últimos detalles; van de un amigo secreto a otro y, en el camino, piensan en cómo van a celebrar el 24 o el 25. Por eso, nos encanta adoptar una tendencia más simple y slow en la decoración de nuestras casas, partiendo por el árbol. Y ojo que optar por un estilo más simple y orgánico no es menos encantador… ¡todo lo contrario! Aquí algunas ideas.
El encanto de lo simple
A veces nos enredamos de más, pensando en cómo decorar el árbol, tratando que sea distinto o que llame la atención, pero si hay algo que nos gusta es cuando dejamos que el árbol brille por sí solo. Una linda guirnalda de luces, que le dé vida durante la noche y nada más, puede ser una tremenda opción.
Si queremos agregar un detalle extra, puede ser una linda estrella de algún material natural o un canasto o balde de lata para poner el pino. Simple, encantador e inolvidable.
Aquí la tendencia es lo natural y simple. Ojalá elegir adornos de un solo tono o jugársela con esos adornos llenos de historia y herencia, que se han acumulado durante una vida. Siempre puestos con gracia y sin exceso.
Más allá del living
En la mayoría de las casas, en esta época, el árbol de Navidad es el protagonista del living, pero no es el único lugar donde lo podemos poner. De hecho, no hay nada más lindo que agregar algunos árboles casi sin decoraciones para dar la bienvenida a la casa; mejor aún si los ponemos en grupo y con algunas luces sutiles. Un guiño navideño que es el toque perfecto.
No todo es pino
Sí, sabemos que el pino es el árbol que todos asociamos con la Navidad, pero no es la única opción. Atrevámonos a mirar más allá y a encontrar otras opciones. Puede ser un lindo olivo o incluso un árbol nativo. ¿Qué puede ser más lindo que un pequeño coihue navideño?
Otra idea que nos encanta es usar ramas de pino, eucaliptos o cualquier otro árbol para repetir la sensación en diferentes lugares de la casa. Puede ser una guirnalda, una corona, o simplemente unas ramas arregladas con gracia entre medio de unas velas sobre la mesa. Simpleza y naturaleza, una combinación que nunca sale mal.
Finalmente, solo tenemos un consejo: no hay una sola forma de decorar para la Navidad. Dejemos fluir nuestra imaginación y vivir nuestras historias. Si nos hace sentido, todo está bien.
