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Mis lugares favoritos para comer en Washington D.C. y en Chicago

Desde esos restoranes clásicos que por algo no pasan de moda, hasta nuevos hallazgos que me sorprendieron. Aquí, un completo recorrido gastronómico con mis favoritos.

En mis vacaciones de septiembre volví a las ciudades donde vivimos hace 25 años, ahí donde todo comenzó, como le explicábamos a nuestros niños. Pero esta vez llegamos a Washington D.C. en familia y, como buenos sibaritas, recorrimos la ciudad comiendo. Probamos lugares nuevos y también revisitamos los clásicos, que por algo se han ganado ese título.

Y no solo estuvimos en Washington D.C, también aprovechamos de recorrer nuestro querido Chicago, una ciudad conocida por su arquitectura y su gran oferta gastronómica (más aún ahora con el éxito de la serie The Bear).

Aquí les dejo mis lugares favoritos para comer en estas dos ciudades tan distintas y con tanto encanto.

En todos hay que reservar sí o sí (y ojalá con bastante anticipación).

Los amantes de la comida francesa tienen que almorzar en Le Diplomate (@lediplomatedc), un bistró que rinde homenaje a la cocina parisina y donde no falta la sopa de cebolla ni los caracoles. Por supuesto, la selección de vinos es también un espectáculo.

Con una reputación más que merecida, Dauphine’s (@dauphinesdc) es de esos lugares que no solo sorprende por su carta, sino también por la onda que tiene el restorán. Inspirado en la ciudad de New Orleans, pero con un toque distinto, Dauphine’s es perfecto para el brunch, para disfrutar de su bar o directamente para ir a comer en un ambiente elegante, pero relajado. ¿Un dato extra? El edificio donde está Dauphine’s antiguamente era The Washington Post.

Y si de hamburguesas buenas se trata, hay que almorzar en el Bourbon Steak, dentro del Four Seasons Hotel en Georgetown. De seguro te encuentras con alguna celebridad -nosotros nos topamos con Kevin Hart, todo un personaje- y es una apuesta segura para los fanáticos de las hamburguesas. Para los que me conocen, no las probé, pero fueron ampliamente aprobadas por el resto de los comensales. 

Y por último, si te gusta tanto el té como a mí, te recomiendo ir a probar el té sencha japonés en el Tea Cellar en Park Hyatt Hotel. Es una experiencia que suma totalmente y donde se pueden probar tés muy distintos y de gran calidad. La comida no la probé, pero ya con los tés, vale realmente la pena. 

Para una pizza con buena vista, onda y decoración, sin dudarlo el lugar es la Pizzeria Portofino (@pizzeria.portofino). Con un ambiente costero, con vista al río en la mejor ribera, es ondero total. Además de las pizzas, toda la comida es una delicia, y está a full todo el día y la noche. 

“Me atrae la comida clásica que la gente disfruta de verdad. Los platos a los que quieren volver una y otra vez”, dice Ralph Lauren sobre sus restoranes. Y no podría ser más cierto: cada vez que viajo, busco sus restoranes, que me encanta probar para disfrutar de un almuerzo al más puro estilo americano.

En el barrio West Loop de Chicago, Monteverde (@monteverdechi) es un lugar que vale la pena conocer. Su chef Sarah Grueneberg es originaria de Texas –ahí aprendió a cocinar junto a sus abuelos–, pero desde 2005 está instalada en Chicago, donde llegó para sumarse al equipo del premiado Spiaggi. Ahora, a cargo de Monteverde, ha logrado combinar la cocina italiana con influencias de sus viajes por el mundo.

Para un buen helado en medio de una tarde de compras sin duda Jeni’s (@jenisicecreams) es el lugar. Y ojo, que este no es cualquier helado: fundada en Ohio en 2002 por Jeni Britton –que ganó el premio James Beard– hoy la heladería que lleva su nombre es una cadena nacional, que ha transformado la industria de los helados en Estados Unidos con sus sabores llenos de creatividad. Además, todos sus helados son hechos con ingredientes de comercio justo y leche fresca de granjas familiares.

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