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Saltburn, cuando el arte es el protagonista esencial en el guión de una película

Una escenografía exquisita de magníficos edificios de la Universidad de Oxford y una elegante mansión de la campiña inglesa con enigmático laberinto de setos son la locación perfecta para una historia controversial.

El Royal Albert Hall, ubicado en pleno centro de Londres, comienza a vestirse de gala para recibir a los films nominados a los BAFTA 2024, el reconocido “British Academy of Film and Television Arts”, este domingo 18 de febrero.

Saltburn es una de las nominadas y Emerald Fennell, su joven directora, es quien estuvo a cargo del desarrollo del controvertido y retorcido guión cargado de tensión, deseo y obsesión, conflicto de clases y thriller psicológico que sacude toda idea de moralidad. Filmado en un escenario artístico extraordinario de atmósfera atrapante, cargado de belleza visual y fotográfica, logra un film vibrante e intenso que hace referencia a los ambientes creados por Hitchcock.

Cautivadoras actuaciones de Barry Keoghan, Rosamund Pike y Jacob Elordi que desentraman una historia en medio de tomas enfocadas con arte, iluminación dorada bajo el sol y el calor de septiembre. Todo bajo la seducción gótica en “un clímax de metáfora de la historia vampírica”, como asegura el sueco Linus Sandgren, su director de fotografía, a la revista Vanity Fair, al responder sobre los fotogramas más llamativos del film. “Esperemos que la gente sienta que esto es como si fuera una película de los años 20, le rendimos mucho homenaje a esa estética”.

Ambos directores se inspiraron en el arte, en que cada escena y vestuario pareciera una pintura. Para eso se enfocaron en la obra y estilo del pintor italiano Caravaggio, conocido por su intenso realismo. «Para nosotros es una forma de componer estos encuadres más formales que te atraen a las imágenes de una manera más clásica y hermosa», comentó a Vanity Fair Sandgren, ganador del Oscar en cinematografía por su trabajo en el film La La Land.

Una escenografía exquisita que solo los magníficos edificios de la Universidad de Oxford –con más de mil años de antigüedad e historia– pueden otorgar, gracias a su construcción en estilo gótico con toques normando. Las locaciones elegidas fueron el frente de la Cámara Radcliffe, edificio icono de la ciudad y lugar reservado como biblioteca solo para sus estudiantes. Además de varios fondos de los 39 College que tiene la Universidad, como Divinity School, Magdalen y St Hugh’s. El comedor de Brasenose College es la locación donde se conocen los personajes y el Paseo de Addison, es protagonista en la escena del puente y la bicicleta.

Pero la estrella de la obra es la mansión señorial, Drayton House, ubicada en Northamptonshire, al norte de Londres, una imponente construcción que nunca antes se había utilizado para filmar. Con más de 120 habitaciones, construida hace más de 700 años, con salones y jardines inigualables, es donde se desarrollan las situaciones más cuestionadas de la trama. El enigmático laberinto de setos es locación perfecta para la escena que da el giro a la película.

Una escenografía llena de detalles decorativos en esta residencia que muestra el vivir de una aristocracia liberal entre desbordantes fiestas y sirvientes con aires de Downtown Abbey y la tradicional universidad donde han sido educados 29 premios Nobel, 47 Primeros Ministros del Reino Unido e innumerables alumnos destacados de todo el mundo. Emerald Fennell estudió en Oxford y quién mejor que ella para situar su film en la década en la que ella era estudiante y hoy destaca como directora y actriz, cuando personificó a Camila Shand en la tercera temporada de la serie de Netflix, The Crown.

Un equipo formado por creativos clave que incluyó a la editora Victoria Boydell, la diseñadora de vestuario Sophie Canale, la diseñadora de maquillaje Sian Miller y los aplausos se los llevan las decoradoras de escenarios, que se encargaron del interior de los salones de la mansión de la campiña inglesa que han sido nominadas en la categoría de diseño por crear la magia visual del mobiliario para cada escena, Charlotte Dirickx SDSA (Set Decorators Society of America) y  la diseñadora de producción Suzie Davies.

Lo más llamativo y el éxito inesperado de la película es la canción del año 2001 de Sophie Ellis-Bextor, Murder on the Dancefloor, que aparece en la última escena de la película y que recibió casi 2 millones de reproducciones en Spotify en la víspera de Año Nuevo. El pasado 5 de enero de 2024 subió al octavo lugar de los singles del Reino Unido con 2,2 millones de reproducciones diarias.

Un film que rompió esquemas, con escenas de momentos decadentes, de deseo homosexual reprimido y con toques de humor negro. Ambientada a mediados de la década de 2000, Saltburn trata sobre un estudiante de la Universidad de Oxford, Oliver, que se obsesiona con un compañero de estudios, Félix, que ejemplifica la clase social, el dinero y los títulos nobiliarios, y que lo invita a pasar el verano a su magnífico hogar con su excéntrica familia.

Un guión simple y complejo; un film que se centra en conflictos reprimidos de riqueza y clase, con un toque pervertido y desenvuelto en un entorno lujoso; un llamado a reflexionar sobre la decadencia, la moral y la extravagancia.

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