Por. Valentina de Aguirre
Ya empezó oficialmente el invierno, la cordillera está bien nevada y las ganas de ir a la montaña son cada vez más grandes. Es que algo tiene la montaña que nos hace sentir protegidos, abrazados, contenidos… Sobre todo en un país como Chile, con esa cordillera que no deja de maravillarnos, que es parte de nuestra cotidianeidad, y que nos regala tantos paisajes distintos mientras va avanzando el año.
Para quienes aman el esquí, el invierno es por lejos la época más esperada y disfrutada. Pero, ¿qué tiene de especial esta estación en la montaña? Es la mezcla perfecta de naturaleza, deporte, contemplación y vida en familia, un mix nada fácil de lograr y muy especial.
En Chile, la historia del esquí se remonta a principios de 1900, cuando se fundó el Club Alemán Andino en Valparaíso, uno de los clubes de montaña más antiguos de América. Desde sus inicios, como constata Philippe Boisier en un reportaje para Ladera Sur, parte de las actividades de montaña de este club fue la práctica del esquí, que fue ganando popularidad entre los socios y que en la década del 30 ya convocaba a familias enteras que empezaron a disfrutar de la vida de montaña y a hacer los primeros refugios.
Desde ese entonces, la vida de montaña en Chile (y en el mundo entero) ha evolucionado muchísimo. Prueba de ello son los refugios, que no solo han aumentado, sino también han ido adquiriendo cada vez un estilo más propio. Aquí les dejamos tres refugios en distintos lugares del mundo que nos encantaron por sus espacios acogedores, atrevidos, diferentes y tan, pero tan, lindos. Quedamos con ganas de conocerlos.
Las mejores vistas
Justo sobre un terraplén empinado se levanta este refugio en el Valle Bregallia, un valle alpino entre los confines de Suiza e Italia. Construido por la oficina Ruch & Partner Architekten en hormigón mezclado con una roca verdosa típica de la región, este refugio parece una enorme roca que emerge entre el paisaje. Y aunque el exterior es imponente, lo mejor está en el interior: cada una de las ventanas, que no son muchas, logra enmarcar las más espectaculares vistas hacia los alpes. Realmente un sueño.
Una ventana al pasado
Construida originalmente en 1800, esta casa en la República Checa es hoy uno de los alojamientos del hotel boutique Mezi Lukami. La construcción histórica fue restaurada por la diseñadora checa Daniela Hradilová y su pareja, Petr Hradil, con la ayuda de carpinteros y artesanos locales. Para el trabajo ocuparon materiales que encontraron en el mismo sitio, como piedras y madera, que permitieron reconstruir el espacio manteniendo el encanto histórico, pero con todas las comodidades de una construcción más moderna.
La propuesta chilena
El arquitecto chileno Nicolás del Río se mueve entre Santiago, Frutillar y Berlín y con su oficina DRAA se ha hecho conocido por los refugios que ha construido en distintos lugares de Chile (entre otros proyectos). Puede ser por la conexión familiar que tiene con la montaña –sus abuelos fueron de los primeros en construirse un refugio en Farellones–, pero estos espacios realmente destacan.
¡Feliz invierno para todos!
