Por. Valentina de Aguirre
Hay pocos detalles capaces de cambiar tan rápido el look de un espacio como las molduras. Probablemente por eso en los últimos años ha crecido la popularidad de esta terminación, que ahora llena publicaciones de Instagram y Pinterest con tutoriales para lograrlo. Estos revestimientos, que originalmente eran de madera, fueron muy populares en Francia en los siglos XVII y XVIII y quienes hayan estado en Versalles probablemente los recuerden: molduras puestas en los muros como señal de opulencia, que le dan una terminación única a los espacios.
La gran ventaja de esta técnica es que con pocos elementos y herramientas, se puede agregar más textura e interés a cualquier espacio. Además, es una opción muy versátil: se puede pintar del mismo color que el muro en el que se instale y pasará casi inadvertida, o se puede elegir un color contrastante para darle mayor protagonismo; puede ir en todos los muros de una pieza o solo en uno; incluso puede instalarse solo hasta media altura y complementar con papel mural, o atreverse y hacerlo de piso a techo. Las posibilidades son casi infinitas, y eso es lo más entretenido.
Y aunque en teoría puede parecer simple, instalar bien la boiserie, como también se conoce a este revestimiento, tiene sus trucos. Camilo Moraga lleva un par de años especializándose en la instalación de boiserie, después de haber estado dedicado a la fabricación de muebles, y también ha visto como en el último tiempo ha aumentado el interés por instalar esta terminación. “La boiserie hace que los espacios se vean tan bonitos con tan poco, eso es lo que me gusta. Por eso siento también que nunca ha pasado de moda y que nunca va a pasar”, dice el creador de Habitu.
Para él, la instalación es clave. “Hay que tener mucho ojo con los márgenes: ver dónde están ubicadas las cajas de enchufes, las tapas, las lámparas. Todo eso el diseñador lo tiene que tener muy presente para proyectar las molduras, para que no se topen y quede todo alineado”, explica Camilo, quien trabaja con molduras de madera maciza, de MDF, enchapas en placas metálicas o pintadas, dependiendo del look que se quiere lograr.
Con todas estas opciones, nosotras ya estamos pensando dónde pondremos a prueba esta tendencia… ¿En la cocina, en el baño de visitas o en ese pasillo medio descuidado? No sabemos bien dónde, pero sí tenemos una cosa clara: las molduras llegaron para quedarse, y eso no se discute.
