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Los platos se tomaron las paredes

Desde las antiguas vajillas heredadas por generaciones, hasta platos con diseños más contemporáneos se han tomado las paredes. En cocinas, livings y en casi cualquier espacio disponible, tratarlos como una obra de arte es la nueva tendencia que nos encanta.

Por. Valentina de Aguirre

Un artículo de Architectural Digest escribía que la gente estilosa estaba decorando sus paredes con platos. Y es que aunque no es una moda nueva, de hecho era normal encontrar piezas completas dedicadas a mostrar platos de cerámica y porcelana en antiguos castillos europeos y luego se popularizó en las décadas del 50 y el 60, hoy se ve cada día más y con un look más moderno, entretenido y actual. 

Hay quienes los agrupan por color, tema o incluso, los con alma de coleccionistas, por su marca o estilo, pero también se pueden hacer composiciones mucho más libres. Para un look más contemporáneo, la simetría puede ser el camino. Pueden ir todos bien juntos, como un statement, o con más espacio y movimiento. Incluso pueden ser todos del mismo porte o jugar con varias escalas, formas y colores. Y es que hay algo extrañamente armonioso en una colección de círculos, donde podemos dejar de lado la rigidez, romper los esquemas y echar a volar la imaginación. 

Si te animas a probar el look, la tienda de John Derian es pura inspiración, con sus platos con aires vintage y mucho humor. Y en Chile, basta recorrer ferias, persas y las tiendas especializadas en vajillas vintage, para encontrar inspiración instantánea. Incluso esas herencias que probablemente están juntando polvo en algún mueble, pueden encontrar su momento de gloria en un muro de platos. Como dice la estilista y editora Mieke ten Have (@mieketenhave), “odio la idea de tener platos hermosos sin usar o sin ver en un armario. Un plato es un pequeño lienzo perfecto y una forma armoniosa”.

En un artículo en The Financial Times, el artista y diseñador Luke Edward Hall recomienda el uso de estas composiciones sobre todo en espacios con formas extrañas, como entre ventanas, donde un cuadro probablemente sería una opción muy difícil. “Debido a que es posible colgar los platos en configuraciones fluidas y de forma libre, un espacio de forma extraña (por ejemplo, en un ático con techos inclinados) puede llenarse y convertirse en un punto focal con facilidad. También me gustan mucho las líneas rectas de platos, las líneas curvas de platos y los arreglos geométricos”, explica.

Finalmente, los platos no son más que una forma simple de agregar un toque de creatividad.

¡A soltarse!

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